TRADICIONES POPULARES

·LA MATANZA

Las matanzas se celebran entre la festividad de todos los Santos y la Navidad porque los embutidos, salmueras y salazón del cerdo requieren bajas temperaturas para su mejor conservación. Durante todo el año se va preparando y engordando el cerdo, para que llegada la época, se pueda matar. La víspera de la matanza, por la noche ya se reúne la familia; pelan ajos, pican el pan para las morcillas poniéndolo en remojo. Después de dejar todo dispuesto y preparado, se toma una copa de aguardiente acompañada de higos pasos, al calor de la lumbre.

El día de la matanza por la mañana temprano se reúne otra vez la familia y los vecinos. Los más madrugadores son los hombres y la mujer que va a mover la sangre que luego servirá para hacer las morcillas. Cuando va llegando la gente por la mañana, comen un dulce y toman una copa de aguardiente; con esto se va animando la gente para coger el cerdo que a veces resulta una verdadera cacería el agarrarlo y ponerlo encima del tajo para poderlo matar. Después de muerto, se chamusca con paja de centeno. Los hombres y los muchachos se colocan al rededor de la hoguera levantando la paja con unos palos largos para que vayan quemando los pelos del cerdo, y después se lava el cuero del cerdo frotándolo con una piedra y echándole agua para quitar los restos de pelos quemados. Después de limpio, se coloca en el tajo para descuartizarlo y sacar el vientre; las mujeres lavan las tripas que luego servirán para hacer los chorizos. Cuando se termina de hacer todo esto se almuerza: patatas con bacalao, hígado del cerdo y solomillo, acompañado de vino casero. Al terminar el almuerzo los hombres escarnan el cerdo, separando las piezas, lomos, tocino, jamones, etc., el magro lo pican para hacer los chorizos; mientras hacen todas estas tareas, asan a la lumbre, magro y cueros que van comiendo y acompañándolos con vino. Las mujeres pelan las patas y hacen las morcillas A las cinco de la tarde se come: fabada de alubias con pata y oreja, detrás guisado de carne, acompañado de vino y aceitunas y de postre uvas.

Al terminar de comer, los señores se van a sus casas para recoger y acomodar sus ganados, mientras las señoras preparan el adobo para los chorizos. Por la tarde, los muchachos y los jóvenes se reúnen con otros que también estén de matanza y por la noche van por las calles del pueblo, tirando tiestos en las casas de los señores que más se enfadan y salen corriendo detrás de ellos; después de hacer todas estas fechorías se van al salón del Remundín y hacen baile. La cena se hace tarde y sin prisas; primero se come una buena paella, guisado de pollo casero, chorizo culero y lomo entripado añejo, con ensalada de escarola y buen vino. De postre natillas o arroz con leche. La sobremesa es muy divertida: se baila, se juega a las cartas (la brisca), los mayores cuentan aventuras y chascarrillos y por ultimo se echa la espuela (tomar la última copa de aguardiente).

El día siguiente se hacen los chorizos y se preparan las salmueras y la salazón de tocinos y jamones. Es una fiesta de convivencia y armonía familiar.

 

·EL CARNAVAL

Se celebraban en Sobradillo antes y después de nuestra Guerra Civil; tenían lugar desde el jueves anterior hasta el miércoles de Ceniza. Sólo en carnaval el pueblo era considerado en Barrios: el jueves de Carnaval era el día del Barrio de Arriba; el viernes elBarrio de Abajo y el sábado el Barrio de todo el pueblo, llamado el Barrio los Casados que habían contraído matrimonio durante el año. Los mozos o los quintos de ese Barrio formaban un baile en la Plaza o en la explanada del Castillo; formaban pareja con sus novias, amigas o familiares cercanos. Eran bailes de jotas, bailes sueltos, con música de gaita y tamboril al estilo charro, tocados magistralmente por algunos tamborileros famosos: el Tío Justo de Sobradillo, el Tío Fachenda de Ahigal; el último tamborilero fueManuel, hijo de la Tía Obdulia. Como final de estos bailes charros y al toque de la oración se bailaba la "Revolera" y llegaba lo más esperado: saber qué moza se llevaba "la Burra". Aunque no es un nombre muy bonito, el honor que se recibía, si resultaba agradable. "La Burra" consistía en que el tamborilero se quitaba el sombrero y lo colocaba en la cabeza de la moza que a su parecer era la más guapa y la que mejor bailaba. La agraciada debía preparar esa noche en su casa con su familia la cena al tamborilero, invitando también a su compañero bailador, a sus padres y amigos de su agrado. Era una cena por todo lo alto, con abundancia de todo lo bueno que se cura en Sobradillo: chorizo, jamón, lomo, queso de oveja y naturalmente un buen cocido. Por la noche el baile era en el salón de "Remundín" junto a la Plaza, donde participaban todos los que querían. En este baile, como los que se organizaban los domingos y días de fiesta, tocaba el acordeón el Tío Ciriaco Simal Domingo Villoria "Mondenga". Mientras se celebraban los bailes charros en la Plaza de castillo, personas enmascaradas merodeaban y divertían al numeroso público. El personal que iba a ver los bailes se colocaba alrededor de la fila de los bailadores haciendo corro y aproximándose cada vez más. Se presentaba una señora con un cubo lleno de agua esparciéndola con una escobilla y salpicando al personal. Era el recogido de todos los presentes, que se reían a carcajadas y gritaban tratando de escapar, pero a los niños no había quien los hiciese retirar, hasta que aparecía la "Vaca embolá". La "Vaca embolá" estaba representada por un hombre cubierto con una manta oscura y en la cabeza un armazón preparado con palos y dos grandes cuernos de vaca, imitando el modo de escomar las vacas, metiéndose contra los chicos y grandes. A los más pequeños esto les infundía mucho miedo, y esto era objeto de risas para las personas mayores. Algunos mozos vestidos de toreros imitaban con la "Vaca Embolá" todas las suertes propias de una corrida de toros, toreaban a los mozos que hacían de toro bravo, colocándoles las banderillas, la suerte de varas e incluso imitando la suerte de matar con la espada. Tanto los bailes charros, el premio de la Burra, como las personas enmascaradas, la "Vaca Embolá" y el baile por la noche en el Salón del Reimundín se repetían los tres días del Barrio Arriba, del Barrio Abajo y del Barrio de los Casados: jueves, viernes y sábado. Durante el domingo, lunes y martes de Carnaval se celebraban bailes por las calles y plazuelas al son de la gaita y el tamboril. Los tamborileros y personas que tocaban el acordeón eran contratados por las pandillas de jóvenes, y les acompañaban casi todo el día.  Los chicos desde los diez años aproximadamente, marchaban también por las calles, vestidos con algún disfraz y con la bota de vino por la que bebían todos. Durante estos días se veían disfraces por todo el pueblo: niños jóvenes y mayores aparecían vestidos de "antruejos". Para los niños eran días de mucho miedo al ver a las personas disfrazadas con trapos y con la cara tapada, y cambiando la voz para no ser reconocidos, huían por las calles despavoridos y no se atrevían a salir solos por la calle de noche. Aunque durante el Gobierno de Franco se prohibió el taparse la cara multando la Guardia Civil, sin embargo mucha gente seguía haciéndolo. El Domingo de Carnaval era costumbre que las amas de casa hicieran el cocido en todos los hogares, metiendo en la olla grande uno o dos chorizos enteros a cocer. No era raro el que alguna persona enmascarada, casi siempre mozas, visitara la casa de la vecina, entretenía a la ama de casa y con algún truco lograba sacar el chorizo de la olla; esto sucedía a mediodía, cuando el chorizo ya estaba cocido.

El Lunes de carnaval los quintos del año preparaban una carroza sobre un carro de labranza. Colocaban palos haciendo arcos que cubrían y engalanaban con hiedra, ramas verdes, serpentinas de colores, pañuelos, cintas y mantones de Manila. Formando un bonito y atractivo contraste de colores. Esta carroza iba tirada por dos mulos. Dentro de ella iba sentado un mozo tocando el acordeón, e iban recorriendo todo el pueblo. Llamaban a todas las casas pidiendo algo para celebrar ese día. La gente daba dinero, chorizo, huevos, queso... y con todo lo recogido preparaban una buena cena por la noche. Todos estos días, pandillas de casados y solteros se hacían sus buenas merendolas en los distintos bares del pueblo; en esos tiempos había cinco bares, y actualmente dos.  

El Martes de Carnaval era uno de los días más animados y atractivos. Los quintos y demás mozos organizaban "la Corrida de Gallos" en la llanura de las Casas Nuevas, hoy edificada, y más tarde en la carretera de Hinojosa junto a las escuelas. Colocaban una soga horizontalmente, y a la altura conveniente de unos tres o cuatro metros del suelo, sujetádola en sus extremos a alguna ventana o poste. Colgaban en el centro del recorrido un gallo, y cada concursante, montado en su caballo debía pasar a toda velocidad y arrancar la cabeza del gallo. El juego se hacía con diez o doce gallos; el mozo que más cabezas cortara se tenía por el más valiente. Por la tarde o por la noche, se reunían los mozos en el bar para celebrar la merienda con los gallos descabezados. Debido al maltrato que sufrían las aves del corral, la autoridad competente llegó a suprimir este juego, que fue sustituido por la "Corrida de Cintas": los mozos obtenían el premio llevándose a toda velocidad por medio de un palito que debían introducir por una pequeña argolla cosida a la cinta.

Durante todos estos días de Carnaval el Sr. Cura celebraba en la Iglesia por la tarde, oraciones especiales en reparación de las faltas que esos días se podían cometer. El Miércoles de Ceniza todo el pueblo, por la mañana, se acercaba a la celebración de la Misa y a recibir la Ceniza. Este mismo día se celebraba el "Entierro de la sardina" en el Castillo. Muchas personas iban cubiertas con capas negras, en señal de luto.

Durante la Cuaresma no se celebraban bailes públicos en la Plaza ni en el Salón. La juventud y los chiquillos paseaban en pandilla por las carreteras de Lumbrales y la Redonda. Las mozas que tenian novio se colocaban en los extremos de la fila que formaban al ir cogidas del brazo, para que el novio pudiera acompañarlas. Las mozas más jóvenes y pequeñas jugaban al "Corro" y los mozos al tiro de barra. Particularmente en la explanada de las "Eras del pozo" y en las "Eras del Valle". Una de las danzas de Sobradillo refleja muy bien este ambiente de diversión y alegría en pandilla de la juventud de Sobradillo, cuando los chavales iban corriendo detrás de las muchachas:

"Muchachas bonitas,

dejadnos pasar;

que somos danzantes

de nuestro lugar.

 

·LOS SERANOS

Las noches de invierno, los vecinos y familiares se reunían cada día en una de sus casas, pasando juntos la velada al calor de la lumbre. Rezaban el rosario, se ayudaban a machar y escoger almendra, a hilar, cardar, escarmenar lana; también jugaban a las cartas y bailaban al son de la pandereta. Los mozos aprovechaban para colarse en las casas donde había alguna muchacha que le gustaba. Toda la gente debía de pasarlo muy bien con los seranos porque cuando lo cuentan se les hace la boca grande y dicen: "era todo en familia".

 

·LAS SOLANAS

Las vecinas de una calle, se sentaban todas juntas en el lugar de la calle donde hiciera más solana y allí pasaban la tarde. Este era el lugar y el medio por el que se enteraban de las noticias del pueblo y del periódico, y también donde se difundían o trasmitían. Las solanas siempre fueron lugares muy populares de los pueblos. Actualmente son muy pocas las que quedan.

 

·LAS BODAS

Antiguamente, las bodas eran un acontecimiento familiar muy importante en el que participaban de forma muy activa los familiares, amigos y vecinos, trabajando en los preparos necesarios para que no faltara de nada y todo resultara bien en la boda.

Se empezaba a celebrar la boda, el día del tercer pregón; ese domingo por la tarde, la novia salía de su casa acompañada de su primera amiga a buscar a las mozas que estaban invitadas a la boda y las llevaba a su casa donde la madre, acompañada de vecinas y familiares, les tenían preparado un gran convite (mantecados, repelaos, perronillas, flores, obleas, almendras garrapiñadas, chochos, y para beber vino casero). El novio hacía lo mismo con los mozos, y después se reunían todos en casa de la novia, dándole la enhorabuena y celebrando allí la fiesta con gran alegría y regocijo. Por la noche iban todos al salón del Remundín donde se hacía el baile y al que asistían todas las mozas y mozos del pueblo.

El día de la entrevíspera por la tarde, se mataba el "churro", al que primero toreaban los mozos preparando así una pequeña capea. La víspera por la mañana lo descuartizaban, partían y preparaban. Por la tarde, todos los invitados, iban a merendar y después al baile.

El día de la boda, para ir a la Iglesia, los protagonistas cumplían rigurosamente un orden: primero salían de su casa los padrinos (casi siempre eran los padrinos de pila del novio) para ir a buscar al novio y junto con sus padres e invitados de parte del novio, iban a casa de la novia, y antes de salir para la Iglesia, las amigas sacan dulces y vino a los invitados, mientras el novio entra en la casa para ver a la novia. Después, todos juntos van a la Iglesia. Abriendo el cortejo la banda de música, en primer lugar, la novia del brazo del padrino, seguida del novio con la madrina, después los padres y demás familiares y amigos. En la Iglesia los espera el sacerdote para celebrar la boda. La gente del pueblo se asoma a las calles para ver pasar a los novios y demás invitados; al terminar la misa, se hacía el "pasacalles", iban por todas las calles del pueblo y en los torales y plazoletas se paraban para bailar; Al terminar el paseíllo, iban a casa de la novia donde se celebraba la comida, durante la cual las vecinas de los novios, le llevaban el "Presente" (regalo que compraban ellas con el dinero que aportaban entre todas), entonando unascanciones hechas por ellas, que se han ido transmitiendo de unas a otras.

Al anochecer en el salón del Remundín hay baile para toda la gente que quiera asistir. La cena se hace tarde, y después, durante toda la noche hay baile y fiesta para no dejar ir a los novios a la cama, aunque al final se escapan.

Al día siguiente se celebra la "tornaboda". Había comida y baile. Actualmente toda esta ceremonia ha desaparecido y hoy son las bodas del pueblo como las de cualquier ciudad.

 

 

·LA CHOCALLÁ

Cuando se casan dos viudos, o, un soltero/a, con algún viudo/a la gente sale a la calle tocando cuernos, cencerros, tapaderas, etc. y después de dar unas cuantas vueltas al pueblo, se concentraban todos delante de la casa de los novios y estaban allí tocando hasta que salen y le dan dinero para celebrar la fiesta, que se celebra en la Plaza Mayor con vino y dulces, según el dinero que hubieran dado los novios. Dicen los viejos del pueblo que antes había chocallás que duraban todo un invierno. Ahora se terminan el primer día ya que los novios que se casan no tienen problemas de dinero y lo dan enseguida.

 

·GASTRONOMÍA

En el terreno gastronómico hay que destacar las excelentes carnes de ternera, cordero y cabrito que se dan en los finos pastos de Sobradillo. Los sabrosos chorizos, salchichones, jamones regados con el inmejorable vino casero. La ensalada típica de regajo (hierbas que crecen en el agua de los arroyos en invierno). El queso, fabricado artesanalmente o en la fábrica de quesos "Abadengo". Por lo que se refiere a los dulces, merecen destacar los fabricados con almendra, como los repelados, almendras garapiñadas, también otros como mantecados, perronillas, magdalenas, flores, obleas, etc. y los típicos hornazos, que por tradición se comen el Domingo de Pascua.

 

·La capaxera

Loas quintos van a por leña al campo para montar una hogera de la que goza el pueblo despues en la noche. Tras 3 dias de trabajo cojiendo leña y preparando la hoguera, los quintos se divierten veviendo calimoxo y cantando canciones hechas por ellos.

 

 

 

 son son son,

son los quintos son,

los que arman la fiesta,

y montan el follon
 


 

 

·LA ENRAMADA

La Fiesta de San Pedro se celebra el día 29 de junio. La víspera es la noche de "las enramadas". La Enramada se preparaba con ramas de álamos y olivos, flores y frutos variadas. Los mayordomos de la Iglesia ponían la Enramada a la Virgen dcl Rosario en su "Camarín". Esta es la Enramada más bonita y mejor preparada, dedicándole los mozos canciones a la Virgen. Antiguamente, al salir del Rosario, los mozos retiraban la Enramada del Camarín y le tiraban a la gente las manzanas y otras frutas que habían colocado en la Enramada. Y los mozos enamorados colocaban esa noche la Enramada en la ventana de sus novias o amigas. En estas Enramadas los novios solían prender también algún obsequio, y los niás atravidos le dedicaban canciones. Por eso se quedaban a la puerta d~la casa guardando la Enramada hasta la mañana para que nadie se la llevase. También era costumbre el que los novios visitaran por la noche a la novia en su casa los martes, jueves y sábados, charlando en familia la mayor parte del tiempo; sólo al final se quedaban unos minutos despidiéndose en la puerta. Con frecuencia, sobre todo los sábados y domingos, los mozos salían en pandilla por la noche para rondar a sus novias. Salían acompañados de algún acordeonista y entonaban canciones de amor, antiguas o modernas, junto a la ventana. Me han contado que en una de esas rondas a una de las chicas, debía ser la más "maja" le cantaban: "ya no estás más a mi lado corazón".

Algunas de las estrofas de la "Canción de Mudos" de Sobradillo refleja muy bien las escena de los mozos rondando a sus novias;

"Una noche de ronda,
lirón del verde limón,
perdí un pañuelo.

Dios quiere me lo encuentre, 
lirón del verde limón, 
la que yo quiero".

 


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