La Mancomarca de El Abadengo, localizada en los confines occidentales de Castilla La Vieja, perteneció durante los siglos XII y XIII, y hasta 1311, a la orden de Los Templarios, cuyo abad (denominado "Abadón"), que residía en Miróbriga (actual Ciudad Rodrigo), dio nombre a la comarca. Tras la disolución de esta Orden por una bula papal de Clemente V, los doce municipios comprendidos en El Abadengo se repartieron entre la diócesis de Ciudad Rodrigo y la Orden de los Hospitalarios de San Juan. No obstante algunas de las villas se convirtieron en villas exentas ya sea de realengo (bajo la autoridad directa del rey) o de señorío secular o solariego (ligadas a un noble o señor feudal). Posteriormente, con la reconquista, se construyeron las numerosas iglesias románicas, góticas y barrocas que hoy podemos disfrutar. Por su situación frotiteriza estos territorios sufrieron las guerras hispano-portuguesas cambiando, según las circunstancias históricas, de bando y dominio. La Redonda, Lumbrales e Hinojosa de Duero pasaron a depender de los gobernadores de Beira en 1648; por su parte, San Felices de los Gallegos, fundado por los portugueses en el siglo VII, pasa definitivamente a la corona de Castilla a finales del siglo XV. En otras ocasiones los pueblos sufrirían represalias duras. Así, La Redonda y Sobradillo fueron destruidos en el año 1663, y un año mas tarde el fuego arrasó La Fregeneda y Cerralbo. Lumbrales ya aparece como centro de la comarca en el siglo XVII y en el XVIII este territorio se registra con el nombre de Abadengo en el Catastro de Ensenada.HISTORIA